samedi, novembre 09, 2013

Las historias solo las escriben los vencedores y las matizan sus admiradores.

Las historias no solo las escriben los vencedores, también la matizan sus admiradores

8 de noviembre de 2013 a la(s) 22:50
diablo insurgente
¡Porque siguen de insurrectos y ni con huracanes se doblan!!!


En el número de noviembre 2013, la revista "México Desconocido,"* publica un artículo sobre los últimos instantes en la vida del noveno tlatoani de México-Tenochtitlan, el señor Cuauhtémoc. El autor, recuenta que "el 3 de septiembre de 1526, Hernán Cortés envió una carta al rey de España, Carlos V, en la que refiere sus andanzas por diversas regiones del sureste de México. En ella menciona cómo fue la muerte del último emperador Azteca y de Tetlepanquetzal..



diablo insurgente

Al final, parce que el propósito del artículo de mi admirado Eduardo Matos Moctezuma, es el de desacreditar a "Eulalia Guzmán" y de paso mandar un mensaje para bajarle los humos a los rebeldes guerrerenses que nos sabemos herederos de "Cuahutémoc"; pero comenta, que hasta sus restos que con apoyo del compasivo clero, habríamos guardado en Ixcateopan, serían de mujer.

Según el artículo de Don Eduardo Matos MOCTEZUMA, es decir no es cualquier investigador extranjero, quien nos cuenta o recuenta esa polémica -supuestamente científica- y con detalle, de que el cráneo encontrado en la iglesia del pueblo de referencia, es de un individuo(a) de género femenino...

Ah y lo peor, también nos cuenta que los heroicos defensores de Tenochtitlan "señores de la guerra" Cuauhtémoc y su primo Tetlepanquetzal -señor del barrio bravo de Tacuba- pues no eran tal, ni los tres mil guerreros aztecas que supuestamente -iban armados, tampoco eran tal, pues a pesar de su fiereza solo se ocupaban en dar de servir de tamemes y de alimentar a los caballos y a los compañeros de Cortés.

Entonces no eran tan fieros, No eran tal, pues siendo testigos del asesinato de su señor, ni por su número -10 veces más que los trecientos de Leonidas en las termopilas, bueno aunque eso lo cuenta Herodoto.-, ni por su conocida fiereza de caníbales irredentos, fueron capaces de dar muestras de estar vivos y pertenecer a la clase guerrera de los Aztecas, mientras que en el cuento del Arqueólogo, el historiador Bernal Díaz aparece compasivo “tuve gran lástima de Guatemuz”

Solo faltó que nos cuenten que los Tres Mil de Cortés -que no de Cuahutemoc, pues otro gallo habría cantado-, habrían sido reclutados en la tierra caliente y en las costas grande y chica de nuestro estado, pero lo que si remarca en su recuento, es que según Bernal Diaz del Castillo –apellidos a reivindicar-,”Cuauhtémoc confesaría su participación en la plática en que se habló de la rebelión contra Cortés, pero dice DIAZ del CASIILLO, “sostuvo –Cuahutémoc- que no había partido de él la idea y que no se había acordado cuándo se efectuaría el levantamiento”. Mayuscula cobardía y, para matizarla, nos recuenta de su reclamo a la Malinche, Ligera, que nada tiene que ver con la infidelidad de Gorgos -quien se ofreció a cambio de guerreros-, aquella, era mujer de un espartano, que con apenas trecientos bravos, como los de Chilpancingo, contuvo a Jerjes. Pero en el 480 ac, y tan lejos  que los espartanos todavía no podían ser nuestro ejemplo.

Las historias no solo las escriben los vencedores, también la matizan sus admiradores

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*http://www.mexicodesconocido.com.mx/la-muerte-de-cuauhtemoc.html